Entrevista a Norma Victoria Álvarez

Colección Memorias del exilio



PRIMERA PARTE
Proviene de una familia obrera de origen rural. Sus abuelos eran quinteros, su padre fue empelado de mantenimiento del estado y su madre era ama de casa. Su familia era una familia política: su padre radical y su madre peronista.
Era la mayor de tres hermanos. Vivieron con altibajos económicos, por lo que a los 17 años debió dejar de estudiar y salió a trabajar en Ilasa como obrera en la planta y 8 meses después la pasaron a la administración. Las cuestiones económicas impidieron que pudiera estudiar sistemáticamente, por lo que hizo algunos cursos de contabilidad y luego ingles.
Recordó las inquietudes de la juventud de los 60. Señaló que de chica tenía inquietudes sociales. Recordó la pobreza de la gente de su barrio, las noticias que escuchaba por la radio sobre la liberación de Argelia.
Habló sobre el contexto de época de su juventud, el Mayo Francés, la guerrilla en Latinoamérica, los movimientos de liberación en el África.
Recordó su experiencia de haber trabajado en la fábrica y que allí comenzó a militar armando la lista de mujeres para llevar al sindicato, paralelamente había empezado a trabajar con los curas tercermundistas en la iglesia del Pilar. Habló sobre los grupos de estudio, y su relevancia para formar cuadros políticos. Comentó sobre la militancia barrial y los campamentos en Chancani. Comenzó a estudiar a la noche para terminar el secundario, recordó la toma de la escuela secundaria nocturna a la que iba y que a partir de ese hecho empezaron a hacerse más visibles las agrupaciones políticas, en esa época se unió a la UES. Señaló que en ese momento los grupos que estaban vinculados a la iglesia del pilar, decidieron que era tiempo de ir a luchar. Reflexionó que más adelante se hizo como una concepción eclesial de la política, muy cerrado, que los alejaba de la gente.
Comentó que conoció a su compañero en los encuentros que se hacían entre estudiantes secundarios y universitarios en el Córdoba Sport en los días previos al Cordobazo.
Reflexionó sobre los grandes movimientos políticos en la Argentina.
Describió los Comandos populares de liberación y señaló que es a partir de su militancia en estos grupos que tienen el problema de seguridad que los hace salir del país.
Relató cómo se fue incrementando la represión, con la aparición de las tres A, y cómo las organizaciones debieron reducir su funcionamiento, al trabajo en células. Explicó cómo funcionaban las células.
En esa época con su pareja dejaron los comandos populares y pasaron a montoneros, pero a través de la línea Sabino Navarro que tenía una tendencia más de izquierda. Comentó cómo se vivían las decisiones políticas al interior de la pareja.
Reflexionó sobre los defectos de la política ideológica de carácter extremadamente verticalista. Contó como fue el secuestro de su compañero en la casa de un dirigente del Sitrac -sitram, ella estaba embarazada de 8 meses. Señaló que allí empezó un camino de clandestinidad hasta que salieron al exilio. Lo recordó como un momento de gran estrés, donde desde el partido le decían que debía irse, pero ella estaba con un embarazo avanzado.
Comentó que cuando su marido fue secuestrado le recomendaron no hacer la denuncia personalmente por lo que la hizo a través del diario La voz del Interior, donde trabajaba un compañero. La comisión de abogados donde estaba Cuqui Curuchet también la apoyó haciendo una conferencia de prensa en Luz y Fuerza.
Relató cómo fue la vida en la clandestinidad, junto a su marido que había logrado fugarse, el parto en estas condiciones y señaló que el factor determinante para decidir exiliarse fue cuando pusieron una bomba en la casa de sus suegros.
Contó cómo fue la búsqueda en las embajadas para poder salir del país sin pasaportes y sin poder tramitarlos. Recibió ayuda de la embajada sueca. Relató cómo fue la salida de Brasil hacia Suecia y reflexionó sobre lo dificultoso que fue el camino del exilio para los chicos.
Comentó que la mayoría de las personas que habían viajado con ellos en el avión eran refugiados políticos de Chile, Argentina y Uruguay. Describió como fue la recepción, del país sueco, qué eran los campamentos para refugiados, la excelencia de las políticas de inmigración suecas que les enseñaba el idioma, información cívica, leyes y derechos de Suecia a los refugiados políticos, a quienes se les garantizaba el derecho de poder elegir trabajar o estudiar. Comentó que eligieron quedarse en ciudades grandes y optaron por trabajar, ella en limpieza en un hospital y su marido en una fábrica. Comentó que rápidamente se organizaron para trabajar por la Argentina y r fundaron en Estocolmo el Comité Argentino por la Lucha Del Pueblo Argentino. Describió el funcionamiento del comité, las acciones públicas (festivales, exposiciones, recaudación de fondos, revista) de denuncia a la dictadura y la relación con otros comités de otros países.
Habló sobre la llegada de los argentinos que salieron del país en el 77, que habían llegado muy mal, muchos venían de haber estado mucho tiempo en la clandestinidad, de haber estado en los campos o haber salido de la cárcel con “opción”.
Comentó que sacaron la ciudadanía sueca cuándo nació su segundo hijo, que había nacido apátrida. Reflexionó sobre la integración al país sueco, reconoció la igualdad de oportunidades que les brindaron. En lo personal señaló que tuvo dificultades con el idioma y para acostumbrarse al clima frio. Comentó que sus hijos se volvieron a exiliar a Suecia en la crisis del 2001.
Recordó las dificultades de la comunicación con la familia en la Argentina, que era a través de cartas. Habló sobre las noticias que recibían de la Argentina y el clima de tensión que se generó frente a qué actitud tomar ante el mundial de fútbol. Señaló que la participación se fue apagando a raíz de esto.
Para esa época les salió la posibilidad de ir a trabajar en la reconstrucción de Nicaragua.

SEGUNDA PARTE
Profundizó sobre el contexto previo a la salida del país, señalo que en córdoba la represión había comenzado antes, que el Comando Libertadores de América ya operaba en Córdoba con el secuestro de personas. Señaló que ellos abandonaron el país a finales del 75 cuando el golpe ya era inminente.
Habló de la tradición solidaria del gobierno sueco, con España, Chile, Argentina, Vietnam y la cuestión palestina.
Reflexionó sobre las diferencias culturales entre Suecia y la Argentina., también acerca de la importancia del idioma en la experiencia del exilio tanto para los adultos como para los niños y la dificultad de recuperar el nivel cultural en otra lengua.
Comentó como surgió el proyecto de irse a Nicaragua para colaborar con la revolución sandinista en la reconstrucción después de la guerra. Habló del trabajo solidario con este país desde Suecia. Los preparativos para la partida.
Describió la llegada a Nicaragua la situación social y política nicaragüense. Recordó que trabajo dos años en la embajada sueca en Nicaragua. Comentó sobre la cruzada de alfabetización y que sirvió para la reconstrucción de lo sucedido en la guerra a partir de los relatos orales.
Más tarde trabajó en un proyecto de medioambiente para el ministerio del ambiente y luego en el ministerio de educación. Recordó cómo fue el primer aniversario de la revolución.

TERCERA PARTE
Comentó como era la vida de los niños en el exilio nicaragüense y los conflictos que comienzan a surgir a partir de la contraofensiva revolucionaria.
Habló sobre la comunicación con Argentina, lo dificultoso del contacto con la familia. Pero señaló que políticamente estaban informados porque seguían organizados en las estructuras políticas que había en la Argentina. Comentó cómo se veía la guerra de Malvinas desde afuera y las primeras noticias de la democracia.
Reflexionó sobre la crisis familiar frente a la decisión de volver o no, sobre la pareja en el exilio y la separación.
Regresó a la Argentina separada pero con el apoyo de su pareja. Contó cómo fue la salida de Nicaragua. La llegada, el reencuentro con la familia, la reinserción laboral.
Recordó la experiencia de su paso por el taller Cortázar. Más tarde se integró en el movimiento integral por la salud.
Contó que los Internacionalistas exiliados Nicaragua se reunían anualmente en Bs A y se refirió a las iniciativas de organización de los exiliados para su reparación. En el año 98 presentaron una ley la cual obtuvo media sanción, pero nunca se aprobó. Señaló que en materia de DDHH se avanzó muchísimo con toda la gente que se vio afectada, incluso con procesos anteriores, pero con el exilio no se avanzó en una reparación.
Retomó la experiencia de la reinserción laboral, las dificultades previsionales para los exiliados, comentó que hoy es jubilada nacional, pero que aún debe pagar moratoria por los años de ausencia.
Habló de los lazos con los países donde estuvo exiliada, el retorno a Nicaragua 20 años después, los viajes contantes a Suecia donde vive uno de sus hijos, que se fue exiliado en la crisis del 2001.
Reflexionó sobre las políticas y los sitios de memoria en la actualidad.


La entrevistada donó archivos personales sobre el exilio.