Entrevista a Pabla Amaranto de Chabrol

Colección Memorias de familiares de detenidos y desaparecidos de Córdoba



Pabla nació en 1926 en Churqui Cañada, departamento Tulumba. Su padre trabajaba como domador, en el desmonte o haciendo carbón para el tren. Cuando ella tenía 7 años sus padres decidieron mudarse a un pueblo cercano, Sebastián Elcano, por razones laborales.
A la edad de 10 años, se vino a vivir a Córdoba con su hermana menor, a la casa de un tío, con la intención de estudiar, pero no lo hizo, comenzó a trabajar como cocinera y niñera para ayudar a su familia, que muy humilde.
Con 19 años se casó y se fue a vivir a la casa de sus suegros a barrio Alta Mira, mas tarde se mudo a barrio Empalme donde compraron una casa a través del banco y luego a barrio Ituizango. Tuvieron 7 hijos: Tete, Poli, Mirmi, Elena, Oscar Domingo, Juan José (estos dos últimos se encuentran actualmente desaparecidos) y Edgar.
Su marido trabajaba en el ferrocarril, como ajustador y ella trabajaba de vez en cuando cuidando enfermos. Sus hijos estudiaban de noche en el colegio Dalmasio Vélez Sarsfield en Bº Ferreyra y también trabajaban.
Comenta que su hija mayor Tete se fue a vivir a España y luego se fue llevando a los hermanos quienes trabajaban allá con la música. Recuerda que Tete y su esposo Julio, habían venido de visita, y Mirmi había salido con Julio, cuando los detienen a los dos y los llevan al Departamento de Informaciones de la Policía de Córdoba (D2), a Julio lo liberan y Mirmi quedó detenido, luego lo trasladaron a la Cárcel de San Martin y más tarde a Coronda.
Recuerda cuando vinieron a visitar a Mirmi al D2, estaba en muy mal estado por la tortura, que ella siempre le llevaba comida, y que más tarde se enteró que no se la daban. Dice que Oscar Domingo y Juan José, volvieron de España a buscar a su hermano Mirmi, quien había sido detenido por razones políticas y los desaparecen un 18 de octubre del 1976, mientras estaban haciendo el reparto a domicilio de sándwiches, ya que la familia había puesto una fábrica de sándwiches de miga.
Recuerda a sus hijos desaparecidos: a Oscar Domingo le gustaba jugar al fútbol y Juan José era músico, le gustaba tocar la guitarra y el órgano.
Comenta que ella y su esposo no participaban de ninguna organización política, pero que se enteraron más tarde que sus hijos militaban en una organización, cree que el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), dice que se enteraron después porque ella solo veía que se juntaban con los chicos, charlaban de política, pero nunca pensó que les pudiera pasar algo.
Su Marido, Pablo José Chabrol, también fue detenido, por buscar a sus hijos, una noche se lo llevaron de su casa, comenta que los vendaron a todos y les robaron las maquinas que habían comprado para fabricar los sándwiches, los instrumentos de música de sus hijos. Cuenta que al día siguiente buscaron por todas las comisarías a su marido pero no tuvieron noticias.
Toda la familia estaba con mucho miedo, por lo que decidieron irse a San Nicolás (Bs As) a la casa de unos familiares donde había nacido su marido, allí consiguió un empleo para cuidar niños.
Más tarde su Marido, cuando lo liberaron los fue a buscar a San Nicolás, ya que una familia vecina les aviso de su paradero.
Pabla recuerda que su familia, especialmente sus hermanos tenían miedo y por eso los rechazaban, no querían que los visitaran.
Para esa época decidieron exiliarse en España, donde vivía su hijo Pablo, desde allí ayudaban a una de sus hermanas para que viajara a la cárcel de Coronda a visitar a Mirmi.
en el exilio su esposo trabajaba con su hijo en un bar que había puesto y ella trabajaba cuidando una señora mayor, dice que allá se sintieron bien tratados, pero que sufrían por estar lejos de su hijo preso y por las noticias que recibían de la Argentina. Allá estuvieron 8 años, hasta la vuelta de la democracia.
Recuerda cuando regresaron a la Argentina las dificultades de empezar de nuevo, de salir a trabajar. La relación con la familia siguió resentida ya que sus hermanos los juzgaban diciendo “algo habrán hecho”. Comenta que si bien puede comprender el miedo no entiende el abandono.
En cuanto al secuestro de sus hijos desaparecidos, dice que la única información que tuvo es que los habían levantado en un patrullero ceca del matadero, estando con Quelo Ferrero, un chico que estudiaba abogacía y que les ayudaba a sus hijos a trabajar. Dice que se entero que uno de sus hijos, el “flaco”, estuvo en el D2, porque Rossetti de Arquiola había sacado en la Voz del interior una solicitada donde decía que había visto escrito en una celda su nombre y que decía que lo iban a matar.
Comenta que su marido siempre buscó a los chicos en las cárceles y estuvo participando de los Organismos, de las reuniones y que ella siempre va a las marchas y a la ronda de los jueves, que es para ella como una religión y que les transmite a sus nietos la necesidad de seguir buscando la verdad.