Entrevista a María Carolina Llorens

Colección Hijos de detenidos y desaparecidos



PRIMERA PARTE
Carolina comentó que tuvo dos nacimientos. Nació en Mendoza, cuando su madre ya estaba clandestina, el 9 de julio de 1974 con otro nombre. Y posteriormente tuvo una partida de nacimiento de Córdoba.
Ella vivió un tiempo con sus padres en Mendoza, pero apenas nació su hermano Joaquín, se fueron a con su madre a Bs As y su padre Sebastián se quedó con su hermano recién nacido en Mendoza. Cuando su padre fue a visitarlas a Bs. As. con su hermano, un comando de la Triple A los secuestra y ella y su hermanito quedaron a cuidado del portero del edifico donde vivían.
El portero dio aviso a la justicia, la jueza Alicia Oliveira se hizo cargo de ella y de su hermano y publicó en el diario la foto de ellos. Gracias a este hecho su abuela materna, madre de Diana Triay los reconoció en la foto del diario y fue a buscarlos.
Yoli, una compañera de su madre colaboró en el proceso de recuperación de Carolina y Joaquín. Sus padres desaparecen el 9 de diciembre de 1975, militaban en el ERP, en la logística de la organización.
Carolina y su hermano se criaron con sus abuelos maternos. Señaló que ellos eran políticamente de izquierda, de clase trabajadora. Relató crecer con sus abuelos y la relación que tenia con ellos.
Rescató que siempre le contaron la verdad, que sus padres estaban desaparecidos. Reflexionó sobre cómo vivió su abuela la desaparición y cómo la crianza de sus nietos estuvo cargada por espera de su hija.
Habló sobre el enojo que tenían sus abuelos frente a la decisión de sus padres de militar.
Comentó que ella siempre se encargó de preguntarles y de hablar acerca de lo sucedido con sus abuelos. Ella empezó la escuela primaria durante la última dictadura. Recuerda que tenía el mandato de su abuela de no contar nada, de decir que se murieron en un accidente, pero que ella contaba igual la historia de sus padres.
Reflexionó sobre lo que implicaba la palabra “desaparecidos” para ella, el significado que le daba durante su niñez y durante el periodo escolar. Pero señaló que no entraba la muerte en este concepto durante su infancia.
Comentó que uno de sus refugios para procesar su historia era la fantasía. Recuerda que le daba mucho miedo volver a su casa y que sus abuelos no estuvieran.
Para ella, durante la adolescencia estuvo más claro que sus padres no iban a volver, pero a pesar de ello siempre tuvo la esperanza de que volvieran.
Relató las preguntas que les hacía a sus abuelos.
Contó que la imagen paterna la reconstruir durante su adolescencia, ya que por criarse con sus abuelos maternos tuvo una imagen más fuerte de su madre.
Sus abuelos intentaban todo el tiempo aparentar una familia, sin embargo, se empecinaba por mantener presentes a sus padres. Recordó que siempre estaba muy atenta cuando alguien les contaba de sus padres, intentaba que fueran algo más que una foto.
A los 11 años se fue de la casa de sus abuelos a vivir con unos primos más grandes que ella. Rescató que estaba obsesionada con encontrar una familia.
Habló sobre la relación con sus tías, las hermanas de su mamá.
Contó que la palabra guerrilla estaba presente, que ella interpretaba que sus padres habían hecho algo malo aunque no sabía muy bien de que se trataba. Recordó que sus abuelos maternos y paternos se echaban la culpa y discutían sobre quien había metido a quien en la militancia.
Habló de la complejidad en la relación con sus compañeros de colegios. Ella se sentía diferente a los otros niños, le costaba dar explicaciones sobre quienes eran sus papás a sus compañeros. Durante la niñez contar la verdad de su historia era incomodo para los demás. La infancia fue muy difícil en la escuela, lo rico e interesante siempre estaba fuera de la escuela.
Contó que era muy buena alumna y que se refugiaba en sus maestros y que eso también generaba rechazo entre sus compañeros.
Recordó que escribía mucho en un diario íntimo, estudiaba pintura y música.
Habló de su relación con su hermano menor, Joaquín, de relación con sus abuelos y familia paterna, los recordó como una familia muy divertida porque eran muchos, señaló que ella los busco, pero que estaban más preocupados por la situación familiar ya que tenían otros hijos presos y desaparecidos. Estos abuelos tenían una imagen más pública ya que se encargaron de denunciar la desaparición de sus hijos. Comentó que la relación más profundo con ellos, especialmente con su abuela Nelly, fue de adolescente recordó que esta abuela era muy religiosa entonces le contaba a ella una imagen de sus padres como mártires.
Reflexionó que no había disputas profundas en las respuestas que daban ambas familias a las cosas que ella preguntaba.
A los 14 años se fue de su casa y comenzó a vivir en diferentes casas de sus parientes paternos. Reflexionó que buscaba una familia y a sus padres. Rescató la figura de su tía Fátima Llorens y de su pareja que eran cineastas. Con ellos fue por primera vez a Mendoza y se encontró con compañeros de militancia de sus padres, recién en esta experiencia entendió la figura política de sus padres y por qué luchaban. A partir de este hecho, en su adolescencia empezó a militar y a participar del Taller Cortázar. Analizó el por qué de esta opción.
Contó que sus abuelos maternos se oponían a su participación política. Rescató que también comenzó a cambiar estéticamente, con una forma de vestirse hippie y muy rebelde, señaló, que nadie le ponía límites claros durante la adolescencia y a los 16 años se fue a vivir con un novio.
Recordó que sus abuelos maternos no podían manejarla y que el único que le intentaba ponerle limites era su abuelo paterno.
Comento que en esa época la palabra desaparecido adquirió otro significado, que ella se sentía muy orgullosa y los reivindicaba en cada momento. En esta etapa era ser hija de militantes, eran héroes idealizados.

SEGUNDA PARTE
Con el regreso de la democracia comenzó su adolescencia. En este periodo comenzó a participar del Taller Cortázar. En esta experiencia se encontró con chicos que habían vivido la misma situación. Dice que fue como llegar a casa. Contó cómo estaba organizado el Taller Cortázar.
También participaba en el Centro de Estudiantes de su colegio y daba apoyo escolar en una villa y esto era motivo de problema con sus abuelos maternos.
Habló sobre su reacción frente a la Ley de Punto Final. Reflexionó que para ella ser hija de desaparecido era en un punto no ser hija de nadie. Contó que toda la familia opinaba cosas diferentes sobre los límites que había que ponerle.
Comenzó un proceso de buscar a sus padres en otros y entabló una relación muy fuerte con su tía Fátima que era artista y había sido compañera de militancia de sus padres. Se fue a vivir con ella.
Reflexionó que su adolescencia fue muy caótica, vivió en varias casas buscando la figura de sus padres. Hasta que se dio cuenta que su familia eran sus abuelos.
Nunca dejo la escuela ni se llevo materias.
En este periodo de su vida encontró la figura de su papá a través de una relación más profunda con la familia Llorens. Recordó a un tío de ella, Macuca Llorens, que era sacerdote tercermundista que la marcó mucho en la reconstrucción de su historia.
Comentó que en la adolescencia se cambio su nombre y se hacía llamar Diana como su madre.
Reflexionó sobre el Juicio a la Junta que le generó mucha euforia y mucho miedo.
Cuando el Taller Cortázar se disolvió por falta de financiamiento ella comenzó a militar en Ecología Social. Habló sobre la Tablada y la situación de su familia paterna que estaban participando en el MTP (Movimiento Todos por la Patria).
A los 16 años consiguió trabajo como diseñadora y se fue a vivir sola. Comenzó terapia porque era un momento difícil para ella. Contó que la terapia la ayudó mucho durante su juventud. Relató que a partir de ello logró salir del lugar de víctima y esto le permitió mirar su historia desde un lugar distinto.
Cuando comenzó a formarse la organización H.I.J.O.S. ella tenía una visión más política ya que tenía muchas cosas resueltas personalmente.
A los 19 años, se puso de novia con un primo por parte de la familia paterna con quien tienen a su hija, Ludmila. Reflexionó sobre esta situación. Para ella ser madre fue decisivo en la opción que tuvo que tomar. Decidió dejar de militar en H.I.J.O.S., dedicarse a su hija y terminó de estudiar psicología.
Al poco tiempo se separó del padre de su hija. Comenzó a militar nuevamente en derechos humanos y ecología.
Habló sobre el modelo de madre que tenía en su maternidad. Rescató que a pesar de la relación conflictiva con sus abuelos maternos ellos estuvieron muy presentes en su forma de ser madre.
Comentó el ideal de madre que ella construyó para criar a su hija. Contó la historia de una canción que le cantaba su madre y como ella se la canto siempre a su hija.
Luego de separarse, formo pareja nuevamente y tuvo dos hijos varones. Reflexionó sobre la relación entre su pareja y su historia personal.
Habló del proceso de recuperación de su hermano Joaquín, ya que estuvo indocumentado hasta los 20 años.
Reflexionó sobre la ausencia de sus padres en los momentos más importantes de su vida.
Rescató el proceso de transmisión de su experiencia a sus hijos y como esto repercutió en ella. Contó anécdotas sobre que entienden por desaparecidos sus hijos menores. Reflexionó que es un proceso que no solo se da el 24 de marzo sino que está presente en la vida cotidiana, sin embargo para las marchas de conmemoración toda su familia trabaja en la confección de las pancartas con las fotos de sus abuelos. En sus palabras, es un ritual familiar.
Siempre les contó la verdad a sus hijos y habló del tema siempre que sea necesario y que ellos lo demanden. Rescató que es más fácil en la actualidad hablar entre niños sobre este tema que cuando ella era niña.
En el 2001 cuando nace Teo, su hijo del medio, su abuela materna que la había criado se suicidó. Analizó esta situación.
Habló de la relación que mantiene hasta hoy con el matrimonio que la crió en Bs As hasta que sus abuelos la recuperaron.
Contó cómo es la relación en la actualidad con su hermano y como fue el proceso de recuperación de su historia personal.
Relató cómo le festejo el cumpleaños de 15 de su hija y los rituales que realizó con las mujeres de su familia.
Reflexionó sobre qué deben transmitir los espacios de Memoria.

En esta entrevista Carolina mostró los tapices y cuadros que tiene en el living de su casa que fueron hechos por sus padres.