Juicio Comando Radioeléctrico

Cuarto Juicio por crímenes de lesa humanidad en Córdoba. Se comprobó que la Policía de la Provincia de Córdoba dependía operativamente del Tercer Cuerpo de Ejército, comandado por Luciano Benjamín Menéndez. Este proceso juzgó el secuestro y asesinato de tres militantes de la Juventud Universitaria Peronista por el Comando Radioeléctrico de la Policía de la Provincia de Córdoba. 

Inicio: 14 de febrero de  2012. Finalización: 3 de abril de 2012. Estuvo a cargo del Tribunal Oral Federal Nº 2.

Jorge Manuel Diez, Ana María Villanueva y Carlos Delfín Oliva fueron secuestrados el 2 de junio de 1976, en la esquina de Octavio Pinto y Caraffa para luego ser llevados a la zona del Chateau Carreras donde se los fusiló, simulando un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad. Este tipo de metodología represiva era denominada “operativo ventilador”, un eufemismo de fusilamiento, y consistía en hacer aparecer a los secuestrados bajo circunstancias simuladas como un enfrentamiento, para justificar así ante la sociedad el accionar terrorista del Estado.

La justicia determinó la responsabilidad del personal del Comando Radioeléctrico, sin embargo, algunos acusados resultaron impunes por el paso del tiempo al haber fallecimiento con anterioridad. Luciano Benjamín Menéndez fue apartado de la causa para no demorar este proceso, ya que debía enfrentar diversos juicios por crímenes de lesa humanidad en otras provincias.

“Este juicio demuestra que toda la estructura de la Policía de Córdoba recibía órdenes de Luciano Benjamín Menéndez”, consideró el fiscal de la causa, Carlos Gonella.

Entre los puntos sobresalientes que dejó este proceso judicial  se destacan: la comprobación de la dependencia operativa de la Policía provincial con respecto al Ejército, la importancia de la memoria como herramienta probatoria para el desarrollo de los juicios por delitos de lesa humanidad, y el reconocimiento de algunas de las prácticas sociales que las fuerzas de seguridad observaban como “subversivas” para justificar el secuestro, tortura y asesinato de personas. 

También demostró la importancia de la memoria como herramienta probatoria, ya que la estrategia central de la defensa consistía en cuestionar los testimonios por haber transcurrido los hechos hace más de 30 años. Al respecto, el fiscal Gonella argumentó en sus alegatos la función de la memoria  como herramienta probatoria en procesos de lesa humanidad: “Desde la perspectiva de las ciencias sociales –dice el fiscal–, Yosef Yarushalmi acuñó el término anamnesis (o razón anamnética) como imperativo ético de la memoria para recordar procesos industriales de extermino. Esto se aplica en situaciones como el nazismo o la represión argentina. Sucede que el concepto de memoria es complejo, donde interactúa lo individual con lo colectivo, que no es sólo la suma de memorias individuales. Es producto de tensiones de los sujetos consigo mismos y con el resto que los rodea acerca de eventos traumáticos vividos en el pasado. Hay un fuerte contenido simbólico en ese concepto. Por eso vemos cómo esas tensiones se transforman en un imperativo ético para las sociedades, al momento de buscar justicia sobre estos procesos criminales.” Esta demostración fue crucial para los subsiguientes procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad.

La represión sistemática que implementaron las fuerzas de seguridad tenía como objetivo el disciplinamiento social, cultural y económico, de acuerdo a los estándares liberales que dominaban el mundo occidental por esos años. Ana y Jorge, como tantos otros, pensaban de otra forma. Ellos formaban parte del colectivo artístico “La chispa teatro” nacido hacia comienzos de los años´70. Este grupo bregaba por la construcción colectiva de las obras (entre espectadores y actores) y su politización en favor de un teatro social, comprometido y colectivo. La desaparición o el exilio de sus integrantes generaron la disolución de este colectivo teatral hacia principios de los años 80, pero lo que no logró la represión, es hacer desaparecer justamente su objetivo último, esa idea libertaria que estos militantes políticos y sociales sembraron para nosotros.

VICTIMAS: 
Jorge Manuel Diez 
Ana María Villanueva 
Carlos Delfín Oliva

ACUSADOS Y CONDENADOS: 
Pedro Nolasco Bustos (prisión perpetua)
Jorge Worona (prisión perpetua) 
José Olivieri (prisión perpetua)

El resto de los integrantes del Comando han fallecido por lo que no pudieron ser juzgados.

Comunicado del diario Córdoba del 3 de Junio de 1976

La edición Vespertina del diario Córdoba publicó al día siguiente el comunicado difundido por el Tercer cuerpo, reproduciendo la hipótesis de "intento de Fuga":
 
“Otros tres delincuentes subversivos fueron abatidos esta mañana por fuerzas de seguridad, cuando -tras eludir un puesto de control -trataron de fugar cubriéndose a balazos. 

Al cierre de esta edición se aguardaba un informe oficial del comando del Tercer Cuerpo de Ejército. Según lo anticipado a Córdoba por un vocero autorizado de ese organismo militar, en las proximidades del Chateau Carreras, sobre el camino que comunica el barrio Villa Belgrano con el Tropezón, se había establecido uno de los puestos que habitualmente realizan control de vehículos.

Hacia media mañana se aproximó al lugar un automóvil marca Fiat 125 ocupado por tres personas: dos hombres y una mujer. Los desconocidos al advertir la presencia de fuerzas de seguridad, imprimieron velocidad a su rodado y eludieron el retén con propósitos de fuga. Al radiarse la alarma convergieron hacia el sector numerosos vehículos, mientras los integrantes de la patrulla de control desarrollaban ya la persecución. 

Los fugitivos cubrían la huida con disparos de armas de fuego, pero en su desesperado intento penetraron en un camino secundario de la zona que no les dejó mayores posibilidades de escapatoria. Así se entabló el tiroteo decisivo durante el cual los tres extremistas cayeron sin vida. 

No hubo bajas entre los efectivos de seguridad. Ahora se trabaja, con participación de los gabinetes especializados para establecer la identidad de los delincuentes abatidos. En el vehículo que emplearon se hallaron armas y documentación.

Esta tarde, al consignar el hecho en un comunicado oficial, el comandante del Tercer Cuerpo de Ejército destacó "el espíritu ofensivo del personal policial, que en estrecha colaboración con las FF.AA atacan permanentemente y donde se encuentren a estos enemigos de la sociedad.".
 
Fuente: Hemeroteca Cispren Cba.Publicado en http://www.eldiariodeljuicio.com.ar

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