Entrevista a Hernán Rivero

Colección Vida cotidiana, cultura juvenil y represión



Nació 4 de diciembre de 1949 en la ciudad de Bellville, provincia de Córdoba. En el ceno de una familia tradicional, su madre Hilda, era ama de casa y su padre, Raúl Rivero, abogado de Tribunales, que si bien era radical nunca lo reconoció públicamente ya que creía que un funcionario público de la justicia, no debía participar en política.
Hernán fue al Colegio Nacional de la Ciudad de Bellville, una escuela creada durante el gobierno de Perón. A los 19 años de edad, se vino a vivir a Córdoba a estudiar en la Facultad de Arquitectura de la UNC. Ese mismo año comenzó a trabajar en el Integralismo, en la “línea descamisados” hasta el año 72. Durante ese periodo conoció a Mauren Kreiker, “Chencho” Rivarola, Mariela Lesgar y más tarde a Graciela Doldan.
Relató que “Murina” (Kreiker) lo invitó a participar en “Descamisados” en Barrio 1º de Mayo, él aceptó, pero antes fue al Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) a pedir trabajo, porque no creía correcto llegar al barrio a hablar con los obreros siendo solo un estudiante.
Así en la entrevista relató su experiencia de trabajo de base en el barrio, cómo estaban organizados, cuáles eran las condiciones sociales y económicas de los trabajadores de la zona, la relación con los vecinos, las charlas de política, la merienda comunitaria y cómo implementaron el proyecto de educación popular a través del programa CREAR que seguía las ideas de Paulo Freire.
Durante sus primeros años de militancia, fue detenido junto a otros siete compañeros mientras pintaban un puente en Barrio Alta Córdoba, con consignas de apoyo a la Lista Naranja del SMATA. Permaneció detenido solo una noche en el Cabildo, pero señaló que a partir de esta detención, años después, todos aquellos que habían sido detenidos pasaron a conformar una “lista negra”, ante esta amenaza decidió exiliarse en Venezuela,
Habló a cerca de esa experiencia, que había llegado a este país por tierra y que pese a tener la posibilidad de asilarse como refugiado político en algunos países de Europa, había optado por no hacerlo porque quería trabajar y quedarse en Latinoamérica.
Con el regreso de la democracia, decidió volver a Córdoba y comenzó a trabajar en la docencia.
Actualmente es jubilado y no participa de ninguna organización.