El regreso del carnaval a la agenda de feriados nacionales, además de recuperar la celebración –eliminada del calendario mediante decreto en 1976 por el gobierno militar- , fue una posibilidad para trabajar nuestra historia reciente desde otra óptica: “La vida pública bajo sospecha”. Es así que desde el 2011, todos los años en el APM celebramos el “Carnaval de la Memoria”, reflexionando sobre nuestros procesos de memoria e indagando cómo la última dictadura militar interfirió en nuestra cultura, en nuestra identidad.
Durante la última dictadura militar hasta el carnaval estaba controlado, regulado y sancionado. A cada año un edicto policial resolvía qué podía hacerse y qué estaba prohibido. Se prohibieron los feriados de carnaval y la posibilidad de disfrazarse de lo que cada uno quería. Pasaron 35 años para que esta fiesta popular vuelva a ser consagrada como un feriado nacional.
El disfraz occidental y cristiano
En 2011, después de 35 años, el carnaval volvió figurar en el cronograma de feriados nacionales, lo cual permitió que las carnavaladas se desplazaran a otros espacios; transformándolos con sus reglas y lógica.
Los diferentes fondos documentales sobre períodos represivos que conforman el acervo del Archivo Provincial de la Memoria (APM) dan cuenta de la estructura que el Estado terrorista desplegó sobre la sociedad. Entre las marcas que exhibe la superficie discursiva, se pueden ver claramente que la vigilancia sistemática y permanente desarrollada por la dictadura pretendió lo imposible: atravesar a la sociedad en su totalidad. Todos los recursos estatales puestos al servicio de vigilar -“y castigar”- a cientos de miles de ciudadanos, permanentemente, en todas sus actividades.
El carnaval no fue ajeno al devenir político-social argentino. En los años de la última dictadura militar, la circularidad temporal de la fiesta, su reiteración anual, quedó bajo la lupa del poder estatal. En Córdoba, la Policía provincial producía edictos que reglamentaban y normalizaban la festividad, “dentro de un marco de respeto, orden y cultura evitando se atente contra las buenas costumbres”. Desde la visión policial, plasmada en esos documentos, el carnaval era visto como un “peligro” que había que controlar. Éstos documentos fueron publicados en el CD "La Vida Pública bajo sospecha" que reune documentos policiales que dan cuenta sobre el control policial en la vida cotidiana, y en la publicación "Tiempos de Carnaval" . Los edictos de carnaval son parte de los fondos documentales de libre consulta.
Carnaval de la memoria
Desde febrero de 2011, el APM recuperó esta fiesta popular y su feriado como una conquista de memoria, desenterrando el carnaval y con una fiesta donde diferentes expresiones artísticas y culturales celebrarán el inicio del carnaval. Además se realizó una exposición sobre los “Edictos del Carnaval” que dan cuenta de como la policía pretendía reglamentar y controlar una de las fiestas más populares y antiguas de la humanidad. Desde la visión policial, plasmada en esos documentos, el Carnaval era visto como un “peligro” que había que controlar y vigilar.
También en 2013 se realizó en el Museo de la Ciudad de Unquillo el Mural “Imágenes del Carnaval”. La intervención se presentó a través de personas, y personajes, que participaron en diferentes carnavales de Unquillo. Desde allí, y a partir de los relatos que las imágenes posibilitaron, las memorias irrumpieron, rescribiendo el discurso; transmitiendo las experiencias. “Imágenes del Carnaval” fue una producción del Archivo Provincial de la Memoria de Córdoba y del Museo de la Ciudad de Unquillo.
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