A través de encuentros mensuales y reuniones regionales lideradas por las filiales de Abuelas de Plaza de Mayo, los nodos de la Red por el Derecho a la Identidad protocolizaron las consultas, evaluaron estrategias de búsqueda y se capacitaron en diversos temas para seguir acompañando la búsqueda de nietos y nietas en pandemia. En el mismo sentido, en un contexto en el que todo se volvió virtual, desterritorializado e intangible, entendimos la urgencia de unificar la imagen de la Red por el Derecho a la Identidad, para potenciar, desde lo visual, las decenas de actividades desperdigadas por la Argentina y el mundo. La Red por el Derecho a la Identidad surgió en 2003, luego de dos años de viajes sostenidos por las provincias argentinas para, por un lado, dar difusión a la búsqueda de los y las nietas apropiadas en dictadura; y por otro, conformar un colectivo diverso y heterogéneo para acompañar esta lucha en cada localidad. En 2004, se realizó el primer viaje al exterior en el que se conformaron, primero, los nodos de España e Italia, y más tarde en Francia y también en Canadá/Estados Unidos. La Red nació en un contexto bien distinto al actual, cuando las Abuelas recién iniciaban la convocatoria a sus nietos y nietas a que fueran partícipes de su propia búsqueda, y los derechos humanos y el derecho a la identidad aún no eran políticas de Estado. En 2003, las consecuencias de la crisis de 2001 todavía se sentían. Por entonces, las dificultades económicas hicieron pensar a las Abuelas que a muchos jóvenes con dudas les sería difícil acercarse. Así, fueron a buscarlos. Además, en cada lugar construyeron alianzas con instituciones y personas que se comprometieron con la restitución de una generación. De esta forma, se inició la Red por el Derecho a la Identidad que, sostenida por la militancia y solidaridad de quienes la integran, sigue generando actividades y se constituye en el puente inequívoco entre Abuelas de Plaza de Mayo y la CoNaDi, y todas aquellas personas con dudas sobre su origen o con información sobre posibles hijos e hijas de desaparecidos. Mucho fuimos construyendo y avanzando en estos 17 años, y aunque de 2003 a esta parte se han resuelto 60 casos, aún restan casi 300 nietos y nietas por encontrar: hombres y mujeres de entre 40 y 45 años que pueden estar viviendo en cualquier rincón del país o del mundo. Por eso la labor de la Red se vuelve indispensable. Este año el compromiso de los y las integrantes de la Red por el Derecho a la Identidad se redobló. Sostuvieron el espacio en la virtualidad e incorporaron herramientas para poder asistir en este escenario pandémico a cualquier persona que sospeche ser hija o hijos de desaparecidos. Este fin de año, deseamos visibilizarla para reconocer su trabajo, y para que quienes tengan dudas o información, acudan a la Red en sus localidades, que son nuestros representantes más genuinos y capacitados. A ellos y ellas, nuestro agradecimiento y la seguridad de que solo el trabajo colectivo nos permitirá seguir encontrando a los nietos y nietas que faltan. #LaRedQueBuscaNietes #LaBúsquedaSigue #Abuelas43Años