“El juicio ha terminado” / Celebrar la democracia. Condenar el terrorismo de Estado

Este proceso judicial conocido como “La Perla” investigó los delitos de Lesa Humanidad cometidos contra 706 víctimas secuestradas y torturadas (365 de esas víctimas asesinadas y desaparecidas), ocurridos entre marzo de 1975 y 1979 en los centros clandestinos de detención La Perla, Campo La Ribera y el Ex D2. Este proceso iniciado el 4 de diciembre de 2012 logró juzgar las responsabilidades de 43 imputados y contó con 581 testigos que testimoniaron en audiencias, así como muchas más declaraciones incorporadas por su lectura. La Megacausa denominada así no solo por sus dimensiones sino por su peso simbólico, ya que también por primera vez se juzgaron en Córdoba la apropiación de bebés; la complicidad empresarial; los delitos sexuales como delitos de lesa humanidad y los delitos económicos de los genocidas y sus socios.

La sociedad cordobesa asistió, el jueves 25 de agosto, a un ejercicio pleno de la democracia. Miles de cordobeses acompañaron el final de un largo camino y proceso de lucha que durante muchos años sostuvieron en soledad los organismos de derechos humanos. En la calle, fuera del edificio de Tribunales, los organismos de Derechos Humanos, sobrevivientes, docentes y estudiantes primarios, secundarios y de las universidades; militantes de organizaciones políticas, gremios, trabajadores de los Sitios de Memorias y miles de personas en familias o solos se congregaron a celebrar la justicia, porque la sentencia y lo que éstos juicios condenan, traspasan la sala de audiencia y el edificio de tribunales.

Al final de la Jornada, Liliana Felipe, invitó a todos los presentes a corear con ella su reconocida canción : "Nos tienen miedo porque no tenemos miedo" 

El derecho a la verdad, a la justicia, a la identidad y a la memoria son derechos del hoy, del presente. Sobre todo, cuando se han conquistado con la lucha de muchos años. Desde el Archivo Provincial de la Memoria nuestra tarea cotidiana aborda diversas líneas en coherencia con lo que significa un proceso judicial de estas características para Córdoba como sociedad luego del intento de arrasarnos como sociedad.

Después de este largo proceso, de lucha y de espera, proponemos un ejercicio de Memoria para acompañar lo que fue una jornada histórica y un innegable hecho político de celebración democrática: si cada una de las 700 víctimas es recordada por sus padres, sus amigos, sus compañeros de militancia de colegio, del club de barrio, sus vecinos o cualquiera que lo haya conocido, la justicia se multiplica una y otra vez y convoca de esta manera a todos los cordobeses.