24 de marzo. Consolidación y expansión del terrorismo de Estado.

A partir del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, el plan sistemático de exterminio se perfeccionó y se profundizó a partir del funcionamiento de una maquinaria de represión ilegal y clandestina. Mediante la persecución política, el secuestro, la desaparición de personas, la creación de centros clandestinos de detención, tortura y exterminio, instaló el terror generalizado en toda la población, un mecanismo de disciplinamiento de toda la sociedad.

No se realizaban “detenciones” sino “secuestros”, no se tomaban “declaraciones” sino “interrogatorios” bajo tortura, los detenidos no eran sometidos a juicio sino que se encontraban completamente a merced de las arbitrarias decisiones de sus captores, y en miles de casos no eran llevados a cárceles legales sino a Centros Clandestinos de Detención donde permanecían aislados, ocultando todo dato sobre su paradero a sus familiares. Pese a estar vigente la pena de muerte, las Fuerzas Armadas no dictaron ninguna sentencia, la mayoría de los detenidos fueron asesinados de forma clandestina e ilegal, enterrados anónimamente en fosas comunes y aún hoy continúan desaparecidos.
En la faz pública de la represión, la Junta Militar suspendió todas las garantías constitucionales, impuso la disolución del Congreso Nacional y declaró caducos los mandatos de las autoridades del Estado; intervino el poder judicial, suspendió los partidos políticos, la libertad de expresión, asociación y prensa e instaló una férrea censura en los medios de comunicación. 

Organización operativa de la represión

La represión se organizó a través de la división de todo el territorio nacional en áreas, zonas y subzonas. Esta división permitía tener más capacidad de control y se acompañaba de una aceitada cadena de mando. En este esquema las provincias de Córdoba, Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, La Rioja, San Juan, Mendoza y San Luis conformaban el III Cuerpo de Ejército, comandado por Luciano Benjamín Menéndez. A su vez Córdoba, Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja conformaban la subzona 31 y Córdoba el área 311, dentro de la cual también existían subdivisiones asignadas a diferentes responsables; por ejemplo la sub área 3111 correspondía a Córdoba Capital y estaba bajo la responsabilidad del Comando de la IV Brigada Aerotransportada.

Zona 1: a cargo del Primer Cuerpo de Ejército –con sede en Capital Federal
Zona 2: a cargo del Segundo Cuerpo de Ejército –con sede en Rosario
Zona 3: a cargo del Tercer Cuerpo de Ejército –con sede en Córdoba
Zona 4: a cargo del Comando de Institutos Militares –con sede en Campo de Mayo
Zona 5: a cargo del Quinto Cuerpo de Ejército –con sede en Bahía Blanca.

NOTAS DEL JUICIO "MEGA CAUSA LA PERLA"

Este despliegue y organización territorial para reprimir queda evidenciado en algunos de los casos que son investigados en el juicio conocido como Megacausa “La Perla”, como el secuestro de un matrimonio de abogados gremialistas (Nora Graciela Peretti y Rodolfo Gustavo Gallardo), un dirigente obrero y un albañil (Oscar Ventura Liwacki y Néstor Cármides Páez), en la ciudad de San Francisco, la noche del 12 de mayo de 1976. Todos posteriormente fueron llevados al Centro Clandestino de Detención “La Perla” y hoy continúan desaparecidos.