Los tres fiscales de este juicio se dividieron la argumentación del alegato. Comenzó el Fiscal General Maximiliano Hairabedian enmarcando el contexto de violencia política en el cual se desarrollaron los hechos, reivindicó la valentía y veracidad de los testimonios y desarrolló con claridad la teoría de la argumentación. Continuó Graciela López de Filoñuk describiendo la conducta y participación en los hechos de los imputados. Afirmó que en La Perla los represores actuaban en conjunto y “todos hacían todo” y reclamó que en los diez años que ella lleva investigando estas causas, jamás obtuvo colaboración alguna de las Fuerzas Armadas.
A su turno Fabián Asís miró al público presente y pidió perdón en nombre de la institución a la cual representa por haber demorado tres décadas en dar respuesta a los pedidos de justicia. El defensor de los ausentes, Marcelo Arrieta también hizo uso de la palabra por primera vez en el juicio.
Fiscal General Maximiliano Hairabedian
Finalmente la palabra volvió al Fiscal General quién solicitó penas de entre 18 y 25 años para los imputados, ninguno de ellos estaba presente en la sala.
Hairabedian comenzó enmarcando los hechos en el contexto histórico de la década del 70, afirmando que desde la disputa entre Unitarios y Federales, nuestro país no había transitado un escenario de violencia política de esa magnitud.
En este sentido dijo que el marco legal instaurado le otorgaba facultades a las Fuerzas Armadas para actuar, pero que en ninguna de las disposiciones oficiales, ni en el Código Militar daba cobertura al accionar terrorista que implementaron los militares. De esta manera afirmó que se “violaron ampliamente los límites de la constitución” dejando claro que en nuestro país “hubo terrorismo de Estado y hay sentencias firmes en esto”.
Al describir el escenario de los hechos, no dudó en la existencia del centro clandestino de exterminio La Perla valorando la prueba obtenida como “objetiva y externa”. En este mismo sentido reconoció que “los sobrevivientes que declararon acá dijeron la verdad.
Se que la defensa les va a achacar falta de neutralidad. Me adelanto a los ataques que van a realizar... Es una trampa argumental frecuente, atacar a una persona cuando no hay argumentos para atacar lo que dice”.
Sostuvo que se debía “evaluar exclusivamente si estos crímenes se cometieron, nada más” y que no hay dudas de que los sobrevivientes conocían la perla con lujo de detalles y precisión y que no mentían.
También dedicó un párrafo para responder a la acusación que desde la defensa del imputado Acosta hizo del testigo Di Monte, desestimándola: “decir que era un infiltrado es totalmente contrario a toda la prueba reunida en este juicio…a penas pudo se fue al exilio, esa no es la actitud de un infiltrado”.
En este mismo sentido sostuvo que no se puede hablar de “colaborador” en un sentido de “delator” ya que “los prisioneros eran víctimas, quizá más víctimas que quienes murieron”.
En otro tramo expuso que la represión ilegal no se circunscribía a las organizaciones armadas, era generalizada y sistemática: “esto está probado por los documentos secuestrados de la Comunidad Informativa”.
Continuando esta línea argumentativa leyó la carta de Bruno Laborda (en 2004 este teniente coronel envió una carta al comandante en jefe de las fuerzas solicitando un ascenso por haber participado de la represión) para probar la coincidencia entre las declaraciones de los testigos y los operativos que realizaban los represores. “son idénticos…es totalmente confirmatorio de lo que dijeron los testigos”.
Con respecto a las víctimas de esta causa sostuvo que no hay ninguna duda de que estuvieron en La perla, fueron torturados y los sacaron el 15 de diciembre. “La muerte está probada por el cuerpo de Palacios y están registrados en la Morgue, en los diarios, y sabemos que uno de los mecanismos de matar eran los ventiladores”.
Responsabilidades
Hairabedian identificó tres niveles de responsabilidad claramente distinguibles: el mando principal a cargo del III Cuerpo y personificado en Menéndez; el mando Intermedio en el Destacamento de Inteligencia 141, donde Anadón era el jefe y Hermes Rodríguez el subjefe y finalmente el mando Ejecutores encarnado en la OP3 que actuaba en la Perla.
Graciela López de Filoñuk
La fiscal viene trabajando hace diez años con las causas vinculadas a las violaciones a los DDHH en nuestra provincia y expuso una radiografía completa de los imputados. Afirmó que en La Perla todos actuaban bajo la dirección de Acosta, formaban un equipo y por lo tanto Manzanelli, Díaz, Padovan y Lardone son los autores materiales de los crímenes investigados.
Con respecto a la investigación de las causas y la obtención de prueba documental, reclamó la falta de cooperación por parte de las Fuerzas Armadas que jamás facilitaron ni acercaron ninguna documentación que permitiese avanzar. “Toda la prueba la obtuvimos por allanamientos” dijo.
Fabián Asís
El otro de los fiscales coadyuvantes sostuvo la teoría del dominio del hecho expuesta el día anterior por las partes querellantes y aportó numerosas jurisprudencias internacionales para comprender, tipificar y sancionar los delitos de lesa humanidad. Dijo que fueron perpetrados en el marco de un genocidio y son un fenómeno complejo que impactó en la teoría del derecho ya que fueron cometidos por aquellos que deberían haber garantizado la convivencia pacífica. Esta es la característica que los tipifica y los convierte en imprescriptibles.
En este sentido sostuvo que se trata de “delitos permanentes” que se siguen cometiendo (tres de los cuatro cuerpos continúan desaparecidos), que son de lesa humanidad y dan cuenta de un plan de persecución sistemática contra una población.
La condición de funcionarios públicos que ostentaban los imputados en aquellos años se constituye en una doble lesión: por un lado a las víctimas y por el otro a la administración pública.
Para cerrar su intervención explicitó que no pertenece a ningún partido político, que está afiliado al “partido de la vida, del respeto por los DDHH” y dirigiéndose a los jueces dijo “se acabó el engaño, no hay más excusas…la extensión del delito cometido es infinito…pido perdón en nombre de la institución a la cual represento por tantos años de demora”.
Penas
A continuación volvió la palabra al fiscal Hairabedian quién solicitó penas de perpetua para Menéndez, Manzanelli, Díaz, Padovan y Lardone; 22 años para Rodríguez y Acosta y 18 para Vega. Los tres últimos están acusados del secuestro y la aplicación de tormentos, pero no del homicidio.
Marcelo Arrieta
Por último Marcelo Arrieta, defensor oficial de los ausentes Brandalisis y Cardozo hizo uso de la palabra por primera y única vez en el desarrollo del juicio. Dijo que Brandalisis ni siquiera tiene un familiar “que lo llore” y que su función fue la de preservar los derechos de estos dos desaparecidos a lo largo del proceso.
Para cerrar se dirigió al Tribunal diciendo que tenían un privilegio histórico: el dictar una sentencia justa y que esta sea y puente de reconciliación de nuestra sociedad.