El 21 de octubre de 2014 el Equipo Argentino de Antropología Forense halló los restos de Lila Rosa Gómez Granja, Luis Agustín Santillán Zevi, Ricardo Enrique Saibene y Alfredo Felipe Sinópoli, cuatro estudiantes de Ciencias Médicas y militantes de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), quienes fueron secuestrados el 6 de diciembre de 1975 por el Comando Libertadores de América, y permanecieron casi 40 años como desparecidos.
Tras 10 años de búsqueda, éste fue el primer hallazgo de restos en el predio de lo que fuera el Tercer Cuerpo de Ejército en Córdoba, a 6 km en línea recta del ex Centro Clandestino de Detención La Perla.
Gracias al testimonio de Miguel Andrés Quiroga, vecino de Malagueño que vivió durante su infancia en La Ochoa, se pudo llegar a la verdad. Su palabra fue clave para que el EAAF pudiera rescatar una costilla, un hueso sacro y varios pequeños fragmentos de extremidades humanas en los hornos de cal.
Quiroga fue el testigo 581, el último en atestiguar, antes de que comenzaran los alegatos en la Megacausa La Perla – Campo de la Ribera – D2. Manifestó: “Cuando hicieron el museo (Espacio para la Memoria La Perla) yo fui y leía los testimonios, y pensé que tal vez les servía ese dato. Por eso para el Día de la Memoria pasado decidí ir a hablar. Humanamente me ponía en el lugar de los familiares, la conciencia me decía que tenía que hablar".
El 19 de junio de 2015 la justicia federal entregó a los familiares la resolución que oficializa la identificación de sus restos óseos. Durante esa jornada, los familiares recorrieron los hornos donde se encontraron los restos y los integrantes del EAAF les explicaron el minucioso trabajo que realizaron. Además, fue la primera vez en que los familiares se encontraron con Andrés Quiroga.
El 26 de noviembre de 2015 el Equipo Argentino de Antropología Forense restituyó los restos de los cuatro compañeros a sus familiares. Por iniciativa de las cuatro familias, parte de los restos fueron inhumados en el Bosque de la Memoria de La Perla, donde se realizó la ceremonia y se homenajeó a los cuatro jóvenes a partir de las palabras de despedida que compartieron sus familiares y amigos.
Este hallazgo representa un símbolo de esperanza para los miles de familiares que aún buscan los restos de sus seres queridos.