La red represiva se configuró a partir de la articulación entre Centros Clandestinos de Detección - como La Perla, Campo de la Ribera y el D2, entre otros - junto con otras dependencias policiales y militares y otros sitios de la ciudad que transitoriamente cumplieron ese fin. Este circuito se completaba con las cárceles tanto de Córdoba como del resto del país, y con los más de 500 CCD abiertos en Argentina.
Dentro de esta red el Destacamento de Inteligencia 141 “General Irribarren" era la central de "inteligencia" que concentraba toda la información, donde se procesaba todo el trabajo de inteligencia realizado por los militares en nuestra provincia y se coordinaban las acciones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Circuito de la represión
El III Cuerpo de Ejército se instituyó como la autoridad máxima de la represión en la región, ejerciendo el control sobre 10 provincias, y estaba bajo la responsabilidad del Gral. Luciano Benjamín Menéndez. Bajo su mando funcionaba el Destacamento de Inteligencia 141 “Gral. Iribarren”-donde actualmente se emplaza la “Ciudad de las Artes”-, una pieza fundamental de la estructura de la represión en Córdoba. Allí se concentraba toda la información, se procesaba todo el trabajo de inteligencia realizado por los militares en nuestra provincia y se coordinaban las acciones de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. De este "cerebro" de la represión dependían cuatro secciones: Política (dedicada a la inteligencia); Calle (abocada a seguimientos, escuchas e infiltraciones); Operaciones Especiales (OP3) (que tenía base y administraba el CCD “La Perla”) y Logística (que proveía todo tipo de material para el funcionamiento necesario del accionar represivo y clandestino).
Un aspecto que se profundizó a partir del golpe de Estado es la coordinación entre los diversos organismos de Inteligencia tanto de las fuerzas de Defensa como de las fuerzas de Seguridad, en las reuniones secretas y reservadas de la “Comunidad Informativa de Inteligencia”, encargada de recopilar información, producir secuestros, llevar a las personas a los diversos Centros Clandestinos que se erigieron en nuestra provincia para torturar, acumular más información y alimentar de este modo la maquinaria de horror y exterminio.
Se configuró una red represiva a partir de la cual se detenía ilegalmente, se secuestraba, se torturaba para extraer información, se fusilaba y se desaparecían los cuerpos. Una red que articulaba Centros Clandestinos de Detección con otras dependencias, muchas de ellas oficiales e instituciones legales. Un ejemplo de ello, son las cárceles del Servicio Penitenciario de Córdoba y del resto del país, que sirvieron para legalizar a muchos de los desaparecidos. En algunas oportunidades, también, fueron extraídos presos que estaban “legalizados”, para ser asesinados, generalmente, en enfrentamientos fraguados. Los cuerpos, de muchas de las víctimas, pasaron por el Hospital Militar, la Morgue Judicial y el Cementerio de San Vicente. Del mismo modo muchas de las comisarías de la capital y del interior provincial, como las de localidades de Unquillo y Salsipuedes, fueron utilizadas para albergar y desaparecer detenidos. Este circuito se completaba con los más de 500 Centros Clandestinos de Detención abiertos en Argentina.
Centros Clandestinos de Detención en Córdoba
Como ha quedado probado desde el juicio a las Juntas, en los documentos secretos de la represión, los más de 500 Centros Clandestinos de Detención utilizados en todo el país, eran llamados eufemísticamente en la jerga militar como “Lugar de Reunión de Detenidos” (LRD).
“La Perla”
“La Perla” fue uno de los Centros Clandestino de Detención Tortura y Exterminio (CCDTyE) más grandes dentro del aparato represivo que comandaba el III Cuerpo de Ejército. Este CCDTyE funcionó desde el 24 de marzo de 1976, hasta fines de 1978, momento que se convirtió en guarnición militar y espacio de entrenamiento para paracaidistas y soldados conscriptos. Se calcula que por “La Perla” pasaron más de 2300 personas, la mayoría aún continúan desaparecidas. Gran parte de lo que conocemos sobre el funcionamiento de este Campo de Concentración es gracias al testimonio de los sobrevivientes. En la jerga cínica de los represores, también fue conocida como “la universidad”, por sus dimensiones y para diferenciarla de “la escuelita”, tal como se referían al “Campo de La Ribera” y a “La Perla Chica”.
“La Perla Chica”
En la entrada a la localidad de Malagueño, en la franja de terrenos que comparten la Sociedad Rural y el Ejército, entre la ruta vieja y la autopista que conduce a Carlos Paz, a 12 Km de la ciudad de Córdoba justo en frente de “La Perla”, está ubicada “La Perla chica” o “ la escuelita”, que funcionótambién como CCD entre 1976 y 1979. Sus dimensiones eran mucho más reducidas que las de “La Perla” pero numerosos detenidos fueron alojados transitoriamente en este CCD.
El “D2”, Departamento de Informaciones de la Policía de la Provincia de Córdoba
A diferencia de otros Centros Clandestinos de Detención ubicados en zonas distantes, el D-2 funcionaba a la vista de todos, en pleno centro de la ciudad. Se constituyó como el nexo central entre militares y policías, para ejecutar persecución, secuestros, tortura y distribución estratégica de prisioneros a otras dependencias tanto policiales como militares. Según testimonios de sobrevivientes, reconstrucción de la CONADEP y de los datos recogidos en la investigación del libro “La sombra azul”, por este lugar pasaron aproximadamente 1000 prisioneros durante los años setenta. Sin embargo, la historia de represión, detención y tortura de este espacio data del 1577 cuando esta media manzana se destinó para Cabildo y cárcel de la ciudad. A fines de 1978, parte del D-2 se trasladó a la calle Mariano Moreno 222. Es reconocido en testimonios de ex detenidos como el lugar donde debían firmar la “Libertad Vigilada”. En algunos casos, el mismo personal de “la patota” implicado en el secuestro y la tortura eran los “encargados” de realizar estos trámites.
Campo de La Ribera
El Campo de La Ribera está ubicado en la zona Noreste de la ciudad de Córdoba a pocos metros del Cementerio de San Vicente y la avenida costanera. Fue creado como Prisión Militar de Encausados Córdoba en el año 1945 y funcionó como tal hasta el año 1975, cuando la trasladan a la ciudad de La Calera. A partir de ese momento este lugar comenzó a funcionar como CCD entre 1975 hasta 1978, siendo el Comando Libertadores de América y Tercer Cuerpo de Ejército los máximos responsables de las torturas, asesinatos y desapariciones de las personas secuestradas en ese lugar. Se calcula que estuvieron cautivas cerca de 4000 personas, de las cuales alrededor de 100 permanecen desaparecidas.
A raíz del gran número de denuncias en el exterior, por violación a los DDHH, una comitiva de la Cruz Roja Internacional se presentó en el país, razón por la cual trasladaron la Cárcel Militar desde La Calera, al Campo de la Ribera donde funcionó hasta el año 1986. En ese año el predio queda abandonado.
Casa de la Dirección General de Hidráulica del Dique San Roque
En la localidad de Villa Carlos Paz, sobre las márgenes del lago San Roque en una pequeña península, a unos 500 metros del embudo y del paredón del dique, funcionó como CCD la casa de la Hidráulica, también denominado “Chalet de la Hidráulica”, entre los años 1976 hasta 1979. A diferencia de La Perla y La Ribera, fue regenteado por los policías de la D-2. Este chalet, pertenecía desde su construcción en los años cuarenta, a la dirección provincial de Hidráulica. En los años setenta, la policía provincial adujo recibir información sobre posible atentado contra el paredón del Dique por parte de la guerrilla. Esto motivó el pedido a la Dirección General de Hidráulica de que cediera el chalet a modo de poder custodiar la zona. De esta manera llegó a manos del grupo represivo del D-2. En este lugar a infringir todo tipo de torturas, asesinar y desaparecer; como así también desarmar autos robados. Su ubicación garantizaba el trabajo clandestino de represión.