“A los represores los cruzamos diariamente”
Entrevista a Juan Puthod
Por Alexis Oliva
Juan Puthod, director de la Casa de la Memoria de Zárate es testigo del juicio a Luis Patti, y hace un mes estuvo secuestrado durante un día, vino en Córdoba para presenciar el juicio a Luciano Benjamín Menéndez y prestar apoyo a los testigos de la acusación. “No hace falta ser un iluminado. Hay que venir a contar la verdad de los que nos pasó a todos nosotros”, porque “el no te metás todavía pisa muy fuerte”, instó Juan Puthod.
No debe haber sido fácil para Juan Puthod presenciar la segunda audiencia del juicio a Luciano Benjamín Menéndez y secuaces. Pero estuvo. Militante montonero, preso político durante la dictadura y titular de la Casa de la Memoria de Zárate, hace poco más de un mes pasó 24 horas en manos de personajes -aunque seguramente más jóvenes- similares a los que desde ayer se sientan en el vidriado banquillo de acusados de la Justicia Federal de Córdoba.
“Todavía no tomaste conciencia de que las vidas de ustedes las tenemos en nuestras manos”, le dijeron sus captores. “Yo vivo de la misma forma”, dice hoy quien fuera uno de los principales testigos en el juicio al ex comisario de la policía bonaerense Luis Patti, en una rueda de prensa con Canal 10, Radio FM Sur y Prensared.
Fue en un cuarto intermedio del juicio que se lleva adelante en los Tribunales Federales cordobeses, al que concurrió con Martín Labreau, un ex militante del Partido Revolucionario de los Trabajadores, amigo de la infancia de Humberto Bandalisis, la víctima que da nombre a este causa en la que se juzga por primera vez al máximo responsable de la represión de la última dictadura en Córdoba y las otras nueve provincias del III Cuerpo de Ejército.
“Menéndez es una figura emblemática de lo que fue el terrorismo de Estado. Por eso para nosotros es muy importante este juicio, porque abre la posibilidad de enjuiciar a otros generales, principalmente de lo que fue el circuito de represión de Campo de Mayo, que fue muy grande. En nuestra ciudad (Zarate) hay 250 desaparecidos, y en Campana hay 260. Para nosotros es importante este juicio y emblemático tener en el banquillo de los acusados un asesino como este genocida”, manifestó Puthod, a quien acompaña permanentemente un policía de civil del cuerpo de protección de testigos.
-Es importante también para los testigos de Córdoba que usted esté presente aquí.
-Yo vine a dar apoyo a los testigos, a dar apoyo en este juicio. Vine no solamente yo, sino un grupo de compañeros de la Casa de la Memoria, entre ellos un compañero que fue amigo de Brandalisis, a quien le decíamos “Chinito”.
-Usted ha dicho en una oportunidad que obviamente tiene un poco de miedo, ¿pero va a seguir participando en estas causas?
-Nosotros lo demostramos cuando hicimos el monumento a nuestros compañeros (Eduardo) Pereyra Rossi y (Osvaldo) Cambiasso, fusilados por (Luis Abelardo) Patti. Creo que se trató de impedir que ese monumento se hiciera, y nosotros lo hicimos. Después de mi secuestro nos abocamos a hacer el monumento y lo hicimos. Y vamos a seguir adelante con toda la investigación que realiza la Casa de la Memoria, que es muy importante, y vamos a seguir prestando testimonio en los distintos juicios en que estamos como testigos.
-¿Cómo vive usted ahora?
-Yo vivo de la misma forma. Salgo con una custodia y un sistema de seguridad que me provee el Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
-¿Qué novedades hay en la causa de su secuestro?
-A eso hay que preguntárselo al Fiscal. Creo que está muy verde, muy lento, muy trabado. Y tiene muchos elementos el fiscal de la Justicia ordinaria para poder buscar el hilo del ovillo, pero no sé qué le pasa.
-¿Cree que se va a resolver?
-Yo tengo la esperanza de que se resuelva y quiero que en el caso mío la investigación llegue hasta las últimas consecuencias, porque es la única manera de encontrar la verdad y los responsables de lo que pasó y de lo que está pasando actualmente en mi ciudad.
-¿Ha recibido amenazas?
-El viernes acabamos de hacer una denuncia de amenazas de muerte contra mi persona y también hicimos otra por amenazas de muerte contra Martín Labreau.
-Un personaje como Menéndez, visto desde afuera de Córdoba, ¿qué significa?
-Un asesino. Es el símbolo del terrorismo de Estado en la Argentina. Para nosotros es muy importante ver a Menéndez y a toda su troupe sentados ahí en el banquillo. Menéndez es un símbolo de lo que fue el genocidio en la Argentina, de la tortura, muerte y todo lo que uno pueda hablar de lo que fue el terrorismo aquí.
-Considerando que usted fue una de las víctimas, ¿cuál es el sentimiento de ver un represor así de frente?
-Yo veo represores todos los días. Porque desgraciadamente en nuestra ciudad la Justicia Federal reconoció seis centros clandestinos de detención y no tenemos un preso, siendo que hay muchísimas denuncias dando nombres y apellidos de represores. Hoy están en libertad y los cruzamos diariamente. Lo que sí buscamos es que esa impunidad de estar sueltos se termine, que terminen como Menéndez sentados en ese banquillo, que vayan a juicio y que los condenen.
-Usted habló de símbolos. Otro símbolo es de la zona de ustedes, de Escobar, el ex comisario Luis Patti…
-Otro símbolo de la impunidad, Patti. Ahora está esperando tranquilamente su juicio. Creo que Patti se recicló en la democracia a través de la política, como (Antonio Domingo) Bussi o algún otro. Pero eso tiene una vida corta y quedó demostrado con Patti ahora. Algún sector de la sociedad puede estar enganchado, pero no el resto del pueblo que lo reconoce a Patti como un asesino, un tipo que participó activamente en el terrorismo de Estado.
-¿Qué mensaje puede darles a los testigos que van a tener que declarar y aportar su testimonio en esta causa?
-Yo creo que hay que testificar. Hay que venir, recordar a muchos compañeros, recordar todo lo que fue nuestro secuestro y toda la resistencia que hicimos en las cárceles. Hay que recordar todo eso, venir y explicarlo de la mejor manera posible. No hace falta ser un iluminado. Hay que venir a contar la verdad de lo que nos pasó a todos nosotros.
-¿Y al resto de la sociedad? Porque seis de cada diez cordobeses no saben lo que se está juzgando acá ahora.
-No solamente aquí, sino en el resto del país también. Eso es producto de un legado que nos dejó la dictadura. El “no te metás” hoy pisa muy fuerte, a pesar de los 32 años. Y la no información o la poca información que brindaron los gobiernos de turno hasta la llegada de (Néstor) Kirchner al gobierno, explica por qué la gente no sabe que están enjuiciando en Córdoba a un asesino como Menéndez.