“A la juventud no se la mata”. La entrada de Mariano a la familia estuvo marcada por la tragedia. Era un bebé cuando asesinaron a sus primos militantes a comienzos de los 70 en Argentina. En este contexto, la casa de los tíos Hilda y Miguel, existió en el vaivén de refugio amoroso y dolor ante la ausencia de los primos. Cuando Hilda muere, el lugar queda cerrado y abandonado. Ocho años después Mariano emprende el proceso de vaciar la casa, la última tarea. Un sacrilegio y una liberación. Su propio vaivén entre recuerdos y fantasmas.
El 15 de agosto de 1972 militantes de distintas organizaciones, presas y presos políticos de la dictadura de Lanusse, se fugaron del penal de máxima seguridad de Rawson.
Solo seis lograron escapar. El resto no llegó y se entregó a las autoridades militares. El 22 de agosto fueron fusilados. Tres de los prisionerxs lograron sobrevivir, pero luego del golpe de 1976 fueron secuestrados y aún continúan desaparecidxs.
Desde el jueves 18 al viernes 26 la Facultad de Artes junto a la Comisión Provincial de la Memoria, el Archivo Provincial de la Memoria y los Espacios para la Memoria La Perla y Campo La Ribera estaremos compartiendo una serie de actividades que proponen el diálogo entre lenguajes artísticos, trabajos de memorias y promoción de derechos.
Propuesta de formación docente sobre pedagogía de la memoria. Elaboración de un proyecto sobre memoria y derechos humanos con acompañamiento y seguimiento del área de pedagogía del APM y presentación de producciones estudiantiles en la Ronda de la Memoria.