MEMORIA Y TERRITORIO

El Espacio de Memoria, se encuentra ubicado en el área de la seccional quinta, sudeste  de la ciudad  de Córdoba, denominada así por encontrarse bajo la jurisdicción de la Comisaría V de la ciudad. Esta seccional comprender los barrios San Vicente, Parque San Vicente, Altos de San Vicente Sud, Mirador, Müller, Hermoso, Maldonado, Altamira, Acosta, Renacimiento, Campo de la Ribera y Colonia Lola.
La zona, no muy lejana al lugar de la fundación histórica de la ciudad, era sede de distintos asentamientos de pueblos originarios, en su mayoría tribus de comechigones. Siempre cumplió una importante función de paso de carretas y carruajes para el cruce del río Suquía.

En 1888 se inaugura el cementerio de San Vicente como respuesta a una epidemia de cólera que azotó la Ciudad de Córdoba. De igual manera el leprosario fue instalado aquí, en lo que posteriormente se convirtió en un hospital de mediana complejidad, donde actualmente funciona uno de los pocos dispensarios existentes en toda la zona. También la cárcel militar fue instalada aquí, en una estancia que había sido comprada para ese fin por los militares a la familia Rivera-Palacios. Por eso se puede ver escrito el nombre de Campo de la Ribera con ”b”, por la ribera del río; o con “v”, por los dueños de los terrenos.

Barrio Maldonado, así como Müller y la mayoría de los barrios de la ciudad que tienen como nombre el apellido del dueño original de las tierras que hoy ocupan, fueron loteados en un período donde el gobierno provincial o municipal no reglamentaba ni controlaba estos loteos lo que provocó que no se contemplase la existencia de espacios públicos tales como plazas, escuelas, etc. 
En los años '70 los vecinos participaron activamente en la sanción de la Ley de Loteos Fraudulentos que significó el control estatal de los loteos destinados a barrios en nuestra ciudad y la obligatoriedad de entregar dichos lotes con los servicios públicos básicos instalados y la contemplación de espacios públicos para cada barrio.

Tanto el extenso barrio San Vicente como el resto de los que circundan este espacio fueron conformándose históricamente como barrios de trabajadores, con mucho arraigo popular (aunque San Vicente se constituía en una región residencial de quintas donde los/las habitantes de la ciudad tenían sus casas de descanso). Existían numerosas usinas en la orilla del río dedicadas a la curtiduría y tintura del cuero, que eran fuente de trabajo para la gente del barrio, así como otras industrias derivadas de esta actividad económica como la costura y remallado del cuero, fábricas de zapatos, etc. También eran una fuente laboral para los habitantes de la zona las numerosas fábricas y proveedores de la industria automotriz instaladas alrededor de la ruta 9. Todo esto generaba fuentes de trabajo y prosperidad para los vecinos, que fueron destruidas en las décadas siguientes.

A mediados de 1978 Campo de la Ribera, luego de una visita de la Cruz Roja Internacional de ese mismo año, es desmantelado como CCDTyE y vuelve a funcionar como prisión militar hasta 1986, cuando se abandona hasta 1989. En ese momento el Estado provincial, cuyo gobernador era Angeloz, compró el terreno al Ejército, con el fin de reconvertir el espacio en una escuela, en un desafortunado intento de dar respuesta a una demanda de nuevos edificios que venía realizando el Centro de Educación Primaria “Canónigo Piñero”, ya existente en la zona, que funcionaba en la capilla de los Josefinos, en la bajada San José. Así es como, en contra de la opinión de vecinos y docentes, en 1990 el gobierno provincial trasladó la Escuela Canónigo Piñero a lo que fuera el edificio donde funcionaba la cuadra de soldados. En el acto de inauguración de la nueva sede de las escuelas infantil y primaria, la comunidad manifiesta la necesidad de la apertura de un centro de enseñanza de nivel medio, ya que no existía ninguno en la zona.

Cabe destacar que hacia fines de los años ochenta, la situación económica de estos barrios obreros se agrava aún más por los efectos hiperinflacionarios registrados a fines de la presidencia de Raúl Alfonsin, con la suba de precios que impactó de manera directa en los costos de los productos básicos de la canasta familiar, y con la pérdida del salario real de los hogares de los trabajadores.
En la década de los noventa, diversas instituciones estatales presentes en la zona y dependientes de las políticas de asistencia pública, atravesaron los procesos de “descentralización” que en la práctica significó un repliegue del estado nacional en las funciones que históricamente venía desempeñando, y generó una situación de extrema conflictividad y abandono para los habitantes de la zona.
Con la lucha y organización de la comunidad se logra la instalación de la Escuela Florencio Escardó, que compartió primero el espacio con el jardín y la primaria, pero al necesitar nuevos espacios se vieron obligados a tomar, en 1992, los edificios donde había funcionado el CCDTyE. 
Lentamente se fue acondicionando el lugar para la tarea educativa, en el 2000, con fondos del gobierno de la Nación y de la provincia, se modificó gran parte del edificio y se acondicionaron como laboratorio de ciencias, taller, biblioteca y varias aulas.

Hacia 2004 la comunidad comienza a reclamar la construcción de espacios dignos para albergar a las instituciones educativas y que el ex CCDTyE pase a ser un espacio de memoria, dándose un proceso de lucha de los vecinos canalizada a través de la Red Social de La 5ª. Esta Red se había constituido desde la parroquia Crucifixión de Nuestro Señor, en el dispensario en febrero de 1998, para dar respuesta a necesidades concretas de los barrios circundantes y está compuesta por el centro de salud, la parroquia, capillas, distintas organizaciones sociales y de derechos humanos que trabajaban en la zona, varias cooperativas existentes, comedores, escuelas e instituciones públicas.

El objetivo de las nuevas sedes se consigue en el año 2008 con la aprobación de los decretos que determinaron la edificación de las nuevas escuelas con recursos de los Estados nacional y provincial. 
Así es cómo en el año 2009 se traslada el IPEM 133 “Florencio Escardó”  a su nueva sede y el edificio del ex CCDTyE fue entregado, en abril del 2009, a la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia a los fines de adecuar el sitio, el cual se inaugura el 24 de marzo de 2010 como Espacio para la Memoria, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos “Campo de la Ribera”. 
En noviembre de 2010 el jardín de Infantes y la primaria “Canónigo Piñero” son trasladados también a sus nuevos edificios.